La crisis ha comenzado a modificar los sistemas de sanidad
europeos. Los gastos de sanidad pública han comenzado a reducirse en
toda Europa, por vez primera desde 1975. España gastaba y gasta menos
que la media europea, antes y durante la crisis.
Según el último informe de la OCDE sobre la sanidad en Europa,
«la disminución y los recortes en sanidad pública, por habitante y año,
y en % del PIB, ponen fin a los incrementos generalizados que se habían
sucedido desde hacía varias décadas».
Antes de la crisis internacional que estalló entre el 2007 y
el 2008, subraya la OCDE, «los gastos en sanidad pública, por habitante
y año, aumentaban de dos a tres veces más de prisa que la renta de todos los países».
Entre el 2000 y el 2009, los gastos en sanidad aumentaron en los países
europeos de la OCDE a una media anual del 4.6 %, muy superior al
crecimiento económico de la época, que nunca llegó al 3 %.
A partir del 2010, la media de los gastos en sanidad han disminuido en un 0.6 %.
En algunos países, los recortes en salidad son muy espectaculares. En
Grecia, por ejemplo, los gastos de sanidad pública crecieron a una media
del 5.7 % entre el 2000 y el 2009, para disminuir en un 6.7 % el 2010.
Ante ese proceso continental, España se encontraba y se encuentra ligeramente por debajo de la media.
Durante los años de gran crecimiento de los gastos públicos en sanidad,
entre el 2000 y el 2009, España alcanzó la media exacta del cremiento
en toda la OCDE, en torno al 4 %.
Por aquellos años, el incremento del gasto público español, en sanidad, creció más de prisa que en países como Francia, Alemania, EE. UU. o Italia,
cuyo crecimiento osciló entre el 1.6 % y el 3.3 %. Por el contrario, el
gasto público en sanidad creció bastante más en países como el Reino
Unido, Polonia e Irlanda, que se beneficiaron de incrementos del 4.4 %
al 5.7 %.
Tras el estallido de la crisis internacional, los recortes
generalizados, que comenzaron a sucederse entre el 2009 y el 2010, han
afectado de manera desigual en toda Europa.
Entre el 2009 y el 2010, la media de los recortes, en
Europa, fue del 0.5 %. España rozó esa línea roja, por abajo, con unos
recortes del 0.9 % del gasto sanitario por cabeza, durante esos años. En
países como Francia, Italia, Alemania, Portugal o Suecia no se han
producido recortes. Y el gasto sanitario ha continuado creciendo
ligeramente, entre el 0.5 % y el 2.7 %. Los recortes sanitarios fueron
mucho más duros que en España en países como Irlanda, Grecia o la
República Checa, donde el gasto sanitario se ha reducido entre el 4.4 % y
el 7.9 %.
La OCDE subraya que los poderes públicos sufren por todas
partes las mismas «presiones» para intentar evitar o contener los
recortes sanitarios, comentando: «Quizá sea razonable subrayar las posibles consecuencias negativas de la disminución del gasto público sanitario,
a largo plazo, que pudieran terminaron afectado a la salud general de
las poblaciones europeas, si es que tuviera que prolongarse
indefinidamente la reducción generalizada del gasto público sanitario».
Las perspectivas económicas de la OCDE no auguran un «restablecimiento rápido»
del gasto público en sanidad, durante los próximos años. Según la
Organización, Europa crecerá muy poco y retrocederá comparativamente en
la escena internacional durante los próximos diez o veinte años, cuando
el envejecimiento será muy sensible en países como Alemania
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