Las inundaciones que se vienen produciendo en Écija en los últimos años tienen una solución sencilla: desviar el cauce del arroyo Argamasilla por fuera de la localidad hasta hacerlo desembocar en el Genil pasados unos kilómetros. La obra cuesta 30 millones de euros. Pero la Junta de Andalucía lleva desde el año 2008 retrasando su ejecución e inundando de excusas su incapacidad para acometer unos trabajos que zanjarían para siempre un problema que aboca a los astigitanos a salir en los informativos achicando agua todos los años.
La Consejería de Medio Ambiente licitó el nuevo encauzamiento en 2008, siendo alcalde de Écija el socialista Juan Wic. La adjudicación se produjo en diciembre de 2009 a la UTE formada por las empresas Ferrovial y Gea 21. Las labores tendrían que haber finalizado a comienzos de 2012. Sin embargo, a mediados de 2011, tras el acceso a la Alcaldía de Ricardo Gil-Toresano, del PP, las obras se ralentizaron sin mediar explicación. Sólo se había acometido la mitad del trabajo. Las empresas denunciaron impagos, recogieron los aperos y se marcharon en abril del año siguiente.
El argumento que entonces dio la Junta fue que se había decidido «diferir la producción de las obras» y que se estaba produciendo un proceso de «reprogramación» de las inversiones. La citada obra cuesta, sin embargo, casi lo mismo que el nuevo edificio de la Agencia Idea en La Cartuja que lleva más de un año vacío pese a estar incluso amueblado.
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