El país de los «minijobs» carece de uno de los derechos laborales por antonomasia: el salario mínimo.
Eso es porque en Alemania, la regulación laboral se deja a los
convenios laborales. Cada sector establece sus propios salarios,
vacaciones y jornada laboral.
Este marco facilita la creación de «minijobs», pequeños
trabajos por apenas 400 euros, pero también la existencia de algunos de
los salarios más altos de toda Europa.
La cámara alta o de los «Länder» alemana quiere acabar con esta situación. El Bundesrat aprobó hoy la introducción de un salario mínimo general para todos los sectores laborales en Alemania con el pago de 8,5 euros por hora trabajada.
La iniciativa
ha contado con el apoyo de los estados federados controlados por los
socialdemócratas, los verdes y la formación de la izquierda, todos en la oposición a nivel nacional, pero que cuentan con una mayoría suficiente en la cámara alta germana.
A la propuesta se sumó también el estado del Sarre, que es
gobernado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal,
Angela Merkel, en gran coalición con los socialdemócratas.
Desde las recientes elecciones legislativas en el estado de
la Baja Sajonia, los partidos de la oposición cuentan por primera vez
desde 1999 con la mayoría para controlar las decisiones de la cámara de los «Länder».
Sin embargo, los partidos de la Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros) y los liberales (FDP), que forman la coalición de gobierno en Berlín, habían anunciado que la iniciativa para introducir el salario mínimo sería rechazada por el Bundestag, la cámara baja alemana, que controlan.
De los más altos de Europa
Para el año 2013, el salario mínimo interprofesional en
España queda fijado en 21,51 euros al día, 645,30 euros al mes, o lo que
es lo mismo, 2,67 euros a la hora si hablamos de una jornada de 8
horas. España sobrevive con una tercera parte del salario interprofesional que se quiere fijar en Alemania.
La propuesta de los Länder, situaría a su país como uno de
los países de Europa con un salario mínimo más alto, a la altura de
Luxemburgo, con el más elevado del continente.
La medida conjuga difícilmente con el modelo laboral que los ha llevado por debajo del 7% de desempleo, pero que ahora comienza a hacer aguas.
¿El milagro alemán?
Según un informe de la OIT, las reformas de Schroeder para introducir los minijobs en 2003 tuvieron como efecto «reducir los ingresos más bajos, especialmente en los servicios, donde aparecieron nuevos empleos de baja remuneración». Pero, al mismo tiempo, «se hizo poco para mejorar la competitividad a través de una progresión de la productividad».
Según los últimos datos podría estar en lo cierto. La «locomotora europea» acumula ya dos meses consecutivos en los que su mercado laboral, hasta ahora uno de los que mejor ha soportado la crisis, destruye empleo.
Después de que en enero se perdieran 298.000 puestos de trabajo, en febrero,
la mayor economía europea destruyó otros 18.000 hasta alcanzar una
cifra de desempleados de 3,15 millones, equivalente a una tasa de paro
del 7,4%.
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