Su móvil, su teléfono fijo, varios de sus mails, sus
cuentas bancarias aparecen en numerosos documentos del sumario Nóos.
Muchos de esos datos personales de Iñaki Urdangarin figuran en los mails
aireados por su exsocio Diego Torres. Y antes o después, a pesar de que
la inmensas mayoría de periodistas han evitado reproducirlos, esos
datos, sobre todos esos teléfonos, han trascendido al gran público.
Sobre todo, a través de internet y de las redes sociales.
Y han comenzado los anónimos, en formas de llamadas y de
mensajes. La inmensa mayoría -explican fuentes de la investigación- son
guasones o solo faltones, pero también los hay amenazantes, como uno que
reza "voy a agarrar a tus hijos y los voy a tirar a la piscina".
El 22 de febrero, el día antes de prestar declaración ante
el juez del caso Noos, José Castro, el duque presentó una denuncia en la
comisaría del Palacio de la Zarzuela por estos hechos que podían ser
constitutivos de diferentes delitos, entre ellos el de amenazas.
Los agentes investigan varios números de teléfonos desde
los que se realizaron esas amenazas, además de la identidad de los
internautas que han difundido intencionadamente los datos personales del
yerno del rey. Urdangarin, según estas fuentes, ha cambiado ya diversas
veces de número telefónico desde que empezara la filtración de
documentos.
Pero lo cierto es que desde el Juzgado de Instrucción de
Palma no se ha hecho nada por evitar la difusión de esos datos. Esta
misma semana, en la trascripción de su declaración facilitada a las
multitudes partes presentes en este proceso, se incluye, otra vez, un
número de contacto del imputado.
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